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El espacio dedicado al baño se ha reinventado y convertido en uno de los puntos de mira del interiorismo. Hoy en día se le otorga la categoría de estancia principal y, dentro de esta renovada visión, surge la tendencia de crear algo más que un baño: toda un área de relax, un spa privado de uso diario. Las claves para conseguirlo son sencillas; la más importante es disponer de una completa zona de aguas donde la bañera, siempre de grandes dimensiones, sea la protagonista. Su diseño se cuida al máximo y le proporciona, además una ubicación privilegiada. Puede disponer o no de sistema de hidromasaje, pero lo realmente in es que sea exenta o que quede encastrada en el suelo como si se tratara de una minipiscina.




No por disponer de bañera se prescinde de zona de ducha; muy al contrario: ambas se complementan. Es más, las duchas son espacios de bienestar y están equipadas con lo último en tecnología. La nueva generación de duchas incorporan jets de hidromasaje, grandes rociadores con cromoterapia, sistemas de audio y vídeo... Triunfan los rociadores king size empotrados en el techo, que reproducen la  sensación de la lluvia sobre la piel; son imprescindibles las griferías con relajante salida en cascada y las que incorporan cromoterapia: y se apuesta cada vez más por las duchas completamente domotizadas, que permiten la gestión electrónica del agua (caudal y temperatura).




Pero lo último en bienestar es poder disfrutar en casa de cabinas de vapor o de cabinas con linfomasaje (como la espectacular Showersuite, de Roca).




Además de la completa zona de aguas, otra de las claves para conseguir un baño de lujo es la amplitud visual. Por eso, las mamparas desaparecen o se vuelven invisibles; se apuesta por las de cristal transparente y con el mínimo perfil, que muchas veces sólo sirve para delimitar zonas dentro del baño. Es importante contar, como en el resto de la casa, con piezas de autor; y es que los diseñadores y arquitectos del momento han encontrado en el baño otra fuente de inspiración. Norman Foster; Philippe Starch, Patricia Urquiola, Zaha Hadid, Armani... personalizan estos espacios con sus diseños que aportan un plus de distinción. En cuanto a estilos, casi todo vale: minimalista-zen, clásico-vintage, industrial, con revestimientos de microcemento... lo que importa es marcar la diferencia.